lunes, 22 de diciembre de 2008

Desde Utopoesía para el mundo / Carlos Alberto Roldán

Revista Ilustrada de Literatura, Poesía, y alguna cosa más. ……………………………………………………………………………………………
Ediciones Muestrario: Un intento de responder a la dificultad.

(De nuestra agencia) El sábado 20 de diciembre, tras un fuerte presencia en todas las listas de poesía, Ediciones Muestrario se presentó formalmente ante los pares poetas. No hubo prensa, sí muchos e-mails de buena parte de los representantes de la poesía de América, sí algunos poetas amigos, y también un corolario musical a cargo de la cantante de tangos Liliana Álvarez, y la presencia de un poeta y cantautor español, Jaime Fernández "Amado Storni", a su paso por Argentina. Un acto casi íntimo, que incluía la presentación de varios libros simultáneamente, para poner en juego una respuesta al desafío de la dificultad de publicación de los poetas a precios accesibles y tiradas mínimas. Si se lo piensa bien, en medio de los nubarrones de crisis mundial que se cierran en el horizonte, una patriada más de poetas que de editores.
Ediciones Muestrario indica en su página web que “Somos un grupo de escritores que queremos brindarte nuevas alternativas para publicar” y cierran su propuesta sobre la proposición de tiradas reducidas, por lo cual se harían bastante más económicas que las existentes en plaza, de dos mil o tres mil ejemplares como mínimo.

Entre sus primeras publicaciones hay poemarios de Patricia Ortiz (Es otro este cielo), Elisabeth Cincotta (Quebrada y Descubierta), Liliana Varela (De epígrafes propios y ajenos y Poemas oscuros), Marcelo Luna (Silencio en la colina), y María Fischinger (Debajo del sol y la luna –sin nido-).

Marcelo Luna: mar adentro con el Silencio en la colina

Tras presentarse a la consideración pública con un libro valioso, como fue Música de Cámara, merecedor del Premio Poeta Singular del 2007, según Vientos Contrarios, Marcelo Luna ha reiterado su propuesta poética con una nueva obra, anterior según el autor, diferente según quien quiera leerla.
De lo que sea de la suerte de los poetas, de la mayoría de los poetas, y sobre todo si no están amparados por aparatos publicitarios como los de las editoriales, diarios formadores de opinión o amigos bien situados en los medios, poco hay que imaginar: publican a pulmón, llevan sus libros infructuosamente de aquí para allá, buscando alguna línea de crítica, no la consiguen, concluyen casi regalando entre dos y tres mil ejemplares para luego de unos años, reiterar la costosa apuesta con un nuevo poemario.
¡Es que nadie compra poesía! ¡Es que la poesía es el género de más difícil lectura y el que suele dejar afuera a más de un muy bien plantado lector! ¡Y que los libros de poesía se leen tan rápido que se puede fantasear conseguirlos alguna vez y leerlos de un tirón, y sin pagar un solo peso! Varios mitos se sostienen en contra del poeta, que también es un trabajador, y que merecería vivir por lo que hace.
El hecho es que Marcelo Luna ha publicado. Marinero, camionero, taxista: qué no ha hecho… Pero la experiencia vuelve, y a veces su regreso implica alguna sabiduría. En el caso, es pura poesía. Poesía de marinería, como dice Susana Santamarina en su prólogo, e insta a leerlo como viaje, y trastocar yo lírico por yo viajero.
No es un libro más. Es uno de los libros que debieran nombrarse cuando alguno pregunte qué fue del 2008, y cuál su poesía. Un último marinero se ha hecho a la mar y ensaya la que de antemanos es una aventura imposible en un mundo desacralizado y demasiado real.

1 comentario:

Jorge Sombra dijo...

Hola Carlos Roldan;
Espero que sea el Carlos Roldan que conozco, el de Vientos Contrarios. Ingresé al Ciberperiódico y me ha parecido un acierto esto de brindar un espacio a aquellos que hacen de la palabra escrita, una herramienta eficaz para dejar de ser famas y animarse a ser cronopios.

Afectuosamente Jorge Sombra